Las rocas bañadas por el río de silentes corrientes
serán las espaldas de las gárgolas curtidas por el sol,
la cascada se desborda en mi mente cual vinos añejos
de cielos ausentes; de barriles provenientes de su vientre.
Su sonrisa al borde del esfuerzo en su mueca delirante
destruía los pilares; explotando en finos mármoles;
caracolas nacaradas se pasean en sus pies descalzos
jugueteando en un líquido más letal que el mismo silencio.
¡Oh! hay tanto desconsuelo en su mirada que las aves huyen
y el viento sopla de costado tumbando libélulas y sueños;
descargándose acuarelas fosforescentes en pastizales mustios
que un día fueron cementerio de valientes estrellas sedicientas.
La luna riega sobre su vetusto tul su encantada luz plata;
las falanges parecen todavía sostener su recuerdo de doncella;
porcelana que aún conserva su amalgama entre telarañas,
acicalando la noche sus vértebras hasta opacar su existencia.
PcWolf.