Miraba sus ojos al resplandor de una vela
y ella ni me miraba; como si no estuviera,
la noche se extendía contando estrellas,
igual que la vela; yo lagrimeaba mis penas.
Hace algún tiempo logré escuchar su risa
pero vino el silencio y hasta ese eco calló
hoy los sueños son cedazos de un ayer,
el recuerdo de su sombra en la pared…
Todo se extingue opositora de la penumbra
todo se muere, se va, todo transmuta…
Ella ya no está y pronto tú te apagarás
dibujaré su silueta con humo de muerte.
PcWolf.
O puedes prender otra vela y recomenzar.
ResponderBorrarCiertamente me agradó bastante, espero que te pases a ver mis sencillos escritos :)
Saludos
Agradezco tus palabras y la invitación, ya me pasé por tu blog me parece interesante te dejé un par de comentarios que no aparecieron... creo que debes aprobarlos para que se muestren en el blog, bueno con todo ya te sigo y nos estamos leyendo, gracias y hasta luego.
ResponderBorrarEste poema me recuerda a un viejo amor, un viejo amor que ya no merodea en el mundo de los que llamamos "vivos"...Me identifiqué mucho la verdad, escribes muy bien.
ResponderBorrarMe hubiese encantado leer lo que pusiste...Lástima que no se guardó.
Nos leemos, que pases un buen día.
considero que las sombras en el corazón son dañinos sentimientos y recuerdos que matan la felicidad de quien padece esa nostalgia
ResponderBorrarun saludo niño
Hadama, que gusto verte por acá, ando corto de tiempo pero ahora aprovecho y me doy una vueltica por tu blog.
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