Tan cruel como arrancarle
del vientre de una ramera a su primogénito
ese danzar sobre baobabs
ardientes, hechos carbón…
ese soñar sin dormir
y sin sueño anhelar
anhelar, soñar
y soñar en nada, en todo.
Todo está perdido;
sentencia de la vida
y sin vida no hay sentencia.
Miró las perlas; que dejó en la orilla
sin ser ostra
echó el timón de un velero inexistente
treinta grados al sur,
sintió la necesidad de perderse
en costas púrpuras,
en cielos con llamas,
en corridas de toros
y nada…
PcWolf.
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