Acariciarte soledad entre la lluvia
que apaga mi cigarro…
así voy… por estas calles bañadas
de abandono y tomando su mano.
No me sueltes soledad
esta vez me dejaré llevar;
seguiré la corriente de la calle
hasta perderme en la fauces
de aquel antropófago ser oscuro
que engulle los sueños crudos
y los vuelve alcohol inflamable.
Pobre infame; pirómano de almas;
en su averno de lujuria y tiniebla
solo queda entregar lo que queda…
treinta monedas… eso me queda
¿cuánto vales?
PcWolf.
muy bella un saludo
ResponderBorrarGracias amiga, ya me doy una vueltica por tu blog. Un abrazo...
ResponderBorrarMuy bello y cierto.
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