Se empañaban los vitrales; comenzaron a llorar,
dibujaba con mis dedos; trazos de soledad,
llovían esperanzas al desagüe iban a parar,
espirales de humo acicalaba; contaminación cerebral.
Cuando llora Quito; cuando llora mi ciudad
es tan triste y es tan lindo; como un pasillo o un jazz.
Frío es el ambiente y la lluvia se detiene,
a mi mirada, cuando llueve en Quito
nadie; ni nada se mueve
sólo el vapor de los vitrales que descienden en mi mente
y mis dedos que dibujan tu cuerpo ausente…
PcWolf.
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